Naturaleza y vida en perfecta sintonía
Nos enfrentamos a retos enormes como humanidad frente a dos aspectos esenciales: naturaleza y vida. Necesitamos que todos trabajemos unidos por resolverlos, desde lo que hacemos en nuestro día a día, hasta a las empresas que apoyamos y las leyes que esperamos que protejan al planeta.
La naturaleza es resiliente, es decir: puede recuperarse si así se lo permitimos. Tiene la capacidad de adaptarse y sanar. Esto nos inspira a soñar con un futuro próspero para la vida: nosotros, las personas que queremos y todos los seres que habitan la Tierra.
Ballenas jorobadas (megaptera novaeangliae)
Las ballenas jorobadas llegaron casi a desaparecer porque se les cazaba. Pero, con leyes globales de protección, sus poblaciones se han recuperado muchísimo en todo el mundo.
Esto es algo que nos debería llenar de orgullo, y es que ¿Quién no quisiera un mar saludable y repleto de ballenas? Verlas es algo que nos toca el alma y nos deja una marca de amor de por vida.
Montañero paisa (atlapetes blancae)
Es un ave endémica del norte de Antioquia, apenas se vio en vida silvestre en el 2018.
Una pausa: ¿Qué es “endémica”?
Endémica significa que solo existe en un lugar específico del mundo. En Colombia somos el país con más endemismo del mundo, esto es muy valioso, pues tanta riqueza que nos rodea “se nos vuelve paisaje”, como dicen por ahí.
La verdadera riqueza nos rodea y abunda en cada rincón de nuestro país. Esto es algo que pasa en pocas partes del mundo, ¡Y tenemos la fortuna de vivir en uno!
Siguiendo con el Montañerito Paisa (Atlapetes blancae), su principal amenaza es la pérdida de hábitat, pues transformamos bosques en potreros o cultivos. Pero gracias al proyecto de conservación del Montañerito Paisa que busca, además de cuidar su hábitat, cuidar el agua de Medellín, la segunda ciudad más grande de Colombia, hay esperanza para este pajarito y todo lo que se conecta con su bienestar.
Pavas y guacharacas (ortalis columbiana)
La última historia es la de especies como las pavas y guacharacas y los guatines o ñeques (Dasyprocta), que antes se cazaban para alimento y eran cada vez más difíciles de encontrar.
Nosotros como humanidad podemos ayudar a que la tierra se regenere, darle espacio para que la naturaleza sane, mientras impulsamos proyectos de conservación y regeneración para que estos procesos sean más rápidos. Recuerda que somos naturaleza, y del bienestar del planeta, depende nuestro propio bienestar.