Por: William Fernando Sánchez
Coach en Coherencia Esencial
Imagina que eres parte de una banda musical y que en ella tú interpretas la guitarra como instrumento de tu maestría personal. Imagina que tú y tu banda brindarán un concierto en la noche. ¿Sabes lo que harás? no te presentarás al “toque” sin antes tomarte el tiempo necesario para afinar tu instrumento.
Sabes que es necesario que tu guitarra se encuentre afinada, es decir, ¡en la nota correcta! para luego sacar lo mejor de ella en tu interpretación. Esto es hacer que tu instrumento se encuentre en armonía y tú y la guitarra sean uno solo completamente integrados.
¿Comprendes esta metáfora? Tú eres un instrumento en el concierto de la vida y el secreto está en encontrarse en la “nota correcta”, es decir en armonía contigo y con tu entorno. Cuando la mente está en armonía el alma se ilumina. Wayne Dyer dijo: “que tu mejor música no muera contigo” y esto solo quiere decir que en la vida tú pasas entregando tu mejor versión o haciendo ruido.
¿Quiénes disfrutan tu presencia? ¿A cuánta gente le gusta escuchar tu conversación? ¿Tu energía y tu presencia son saludables? ¿Cuántos te extrañan cuando te vas? ¿A cuánta gente ayudas y cuántos evitas dañar?
Estas preguntas son esenciales para comprender si habitas un estado de equilibrio interior que se refleja en las dimensiones de tu mundo exterior.
En la sabiduría de la vida, existe un símbolo lingüístico que te permite verificar que estás alcanzando esa nota de equilibrio en tu ser. Gerardo Schmedling propuso un acróstico compuesto por la palabra PERAS. Cada una de las letras de esta palabra es un indicador de bienestar en tu vida y lo mejor es que no es un concepto teórico, es un asunto verificable.
Cuando nos encontramos con amigos que han integrado esta conciencia en sus vidas, frecuentemente en nuestro saludo incluimos la expresión:
-Y, ¿cómo van tus PERAS? – refiriéndonos por supuesto a ese indicador de equilibrio y de resultados en nuestra realidad.
En el día a día, tu equilibrio está determinado por TU PAZ INTERIOR, este estado es fruto de encontrarse conectado con una emoción que los científicos encuentran esencial y asociada a estados de bienestar: la gratitud. Nunca estarás tan en Paz como cuando te encuentras agradecido.
La calidad de tus relaciones determinan
La calidad de tus resultados, y este es el segundo elemento de equilibrio. El hecho que puedas contar con relaciones de valor y confianza en tu vida, determinarán una vida más feliz y saludable, contrario a la pérdida de armonía que supone sostener relaciones tóxicas o experimentar soledad y aislamiento.