Para poder encontrar qué nos funciona al momento de manejar el tiempo, necesitamos empezar a auto-observarnos.
Empecemos por aceptar que como humanidad tenemos una ligera obsesión con el manejo del tiempo, a tal punto que nuestra frase favorita es “no tengo tiempo” y rechazamos todo tipo de ofertas como tomarnos un café con un amigo, tomar la clase de pintura que nos hace ojitos, o sencillamente ir a comer o a cine un día entre semana. Y sí, lo diré en palabras más crudas: no solamente hemos estado muy ocupados para hacer algo distinto a trabajar. También hemos estado muy ocupados para vivir.¿Cómo organizar mi tiempo?
Reconectar con lo esencial y el presente. Menos es más: es usual que nos desconectemos del sentido de la vida por el “corre corre” del día y los pendientes eternos de nuestras listas de cosas por hacer. Por eso muchas veces experimentamos que no tenemos tiempo suficiente o que perdemos mucho tiempo procrastinando, es decir, aplazando lo que necesitamos hacer, por estar en redes sociales, en las pantallas, etc.
Otras veces somos muy ambiciosos y creemos que al ponernos más y más metas seremos muy eficientes y lo que sucede la mayoría de ocasiones es que nos sentimos tan aturdidos y abrumados que nos nublamos y terminamos haciendo nada.
La tarea es regresar y reconectarnos con lo esencial y con lo único que tenemos: el presente.
Diario con máximo 3 metas:
Recomiendo profundamente que en nuestra mesa de noche tengamos un diario o agenda en el que al despertar escribamos máximo 3 metas personales y 3 laborales.Me gusta empezar por las metas personales porque a medida que crecemos se instaura esa creencia de que “la vida es trabajo” o “solo somos productivos si estamos trabajando”. La verdad es que este pensamiento no es necesario si queremos y buscamos vivir una vida en balance.
- Dedicarnos 30 minutos al día para leer un libro.
- Tener una hora disponible para vernos con una persona que queremos mucho.
- Invertir otra hora a ejercitar nuestro cuerpo
- Tomar clases de cocina
- Regalarnos un día de spa
Las metas a nivel laboral se deben escribir de forma muy concreta:
- Hoy responderé todos los correos que reciba
- Terminaré el documento que tengo pendiente
- Pagaré las facturas de los servicios.
- Hoy terminaré las tareas inconclusas
En el futuro: la ansiedad. El pasado: la tristeza. En el presente: el gozo:
La monja budista, Pema Chodron, habla en su libro Cuando todo se derrumba sobre la importancia de entrenar nuestra mente para vivir el presente. Generalmente nuestra mente se va al futuro intentando controlar lo incontrolable y con ello generando mares de ansiedades en nuestros pensamientos y en nuestro cuerpo. La mente también tiene el hábito de irse al pasado para lamentar y juzgar lo sucedido, experimentado así tristeza, depresión o culpa. En palabras más sencillas: cuando la mente se va al futuro se genera ansiedad, cuando se va al pasado tristeza y culpa. El único remedio es situarnos en el presente porque sólo allí encontramos gozo y disfrute.“Una vez soñé que estaba preparando una estancia para mi maestra y que me apresuraba a limpiar y a cocinar. De repente llegó el coche y allí estaba ella con sus asistentes. Cuando corrí a saludarles, mi maestra sonrió y me preguntó “¿Has visto salir el sol esta mañana”? Yo le respondí “No, Rinpoche, no lo he visto. Estaba demasiado ocupada para ver el sol.” Ella se rió y dijo: ¡Demasiado ocupada para vivir la vida!” escribe Pema Chodron.
Cuando ocurre la muerte inesperada de una celebridad o de una persona que quiero mucho siempre me hago la pregunta: ¿cuántas muertes inesperadas necesitamos vivir para darnos cuenta de lo frágil que es la vida? ¿Cuántas muertes inesperadas necesitamos para empezar a vivir? La vida es ahora, nos guste o no. Y para empezar a honrar el ahora, necesitamos hacer pausas que nos permitan entrar en contacto con el instante. Por eso te propongo estos tips para que los pongas en práctica en tu día a día y aprendas sobre el manejo del tiempo.Tips para estar en el ahora
Al despertar, no salgas corriendo de tu cama a bañarte:
toma una pausa. Lleva tu mano al centro del pecho, toma 3 respiraciones profundas y date cuenta que despertaste, que estás vivo y puedes respirar. Y ahora ponle una intención a tu día: hoy elijo fluir; hoy le permito a la vida que me sorprenda; hoy quiero vivir desde la abundancia. Este también es el momento para escribir en tu diario las 3 metas personales y 3 metas laborales.
Incluye pausas en tu día:
puedes ayudarte con tu celular y poner una alarma 3 o 5 veces al día que te diga: pausa, toma una respiración profunda y te preguntes ¿qué está pasando en este momento? Esta pregunta es muy valiosa porque nuestra mente tiene el hábito de viajar al futuro o al pasado. Cada vez que le preguntamos: qué está pasando ahora encontramos una respuesta que se aleja de nuestras películas de terror del futuro. Usualmente la respuesta que encontramos nos entrega paz y relajación.
Cuando vayas a hacer una actividad laboral o personal: